Federico
León Jiménez.
Con
los resultados obtenidos en el proceso del 5 de Octubre, es necesario buscar,
concertar, dialogar y proponer; no al conglomerado, sino al ELECTOR, esto es,
al ciudadano común y corriente. Aquel
que se encuentra ubicado entre uno del grupo de 25% de tumbesinos que no
asistió a las urnas, el 13.10 % que han votado en blanco, y, el 5.61% que anulo
su voto porque que no cree en nadie. Y mírenlo bien por entero, la cifra es
bastante significativa. Su ideal está
más lejano cada día, porque sueña; un mundo de paz, armonía, orden y
disciplina. Y ninguno de los candidatos refleja en su ideario intenciones
positivas y realistas. Pues todos prometen lo que jamás podrá hacer. Y se tiene
la idea que: “JAMÁS ESPERES MUCHO DE LOS
QUE PROMETEN DEMASIADO, ES MEJOR ESTAR SORPRENDIDO QUE DECEPCIONADO”
Es
importante poner la atención necesaria y que nuestra actitud, sea vigilante; y,
jamás complaciente. Porque si hoy
permitimos y dejamos hacer “laissez faire, laissez passer”. Esto es, “Dejar hacer dejar pasar”. Y quien lo deja pasar, no tiene el derecho de
reclamar, cuando las cosas marchen mal. Pues el mundo de hoy necesita hombres y
mujeres valientes y que enfrenten el reto de ser cada día mejor. Los momentos actuales exigen un compromiso
moral de aquellos que siempre han creído,
que el trabajo sucio y maloliente y duro de enfrentar, lo malo, debe
hacerlo otro. Y no cada uno cuando nos corresponda. Si pues, hemos querido
acostumbrarnos, o, mejor dicho estamos acostumbrados, que sea otro el que
reclame, grite, vocifere y rete; al desorden, indisciplina, inmoralidad,
corrupción y mentiras, para llamarlo reclamón y resentido. Mientras el resto sigue la huella y de
tanto sonar, le suenan los carretes del alma, pero es muy tarde, se acostumbró.
Se
trata que ese gran porcentaje, sea líder, reflexione, se preocupe en buscar un
espacio armonioso como factor fundamental para contribuir una sociedad justa y
solidaria para todos. No solo para aquellos que se subieron al carro electoral,
tampoco para aquellos que compraron votos o aquellos que vendieron su
conciencia, no.
Es
fundamental el cumplimento de compromisos y no más obras abandonadas,
inconclusas, malhechas y ampliaciones inútiles. El trabajo político debe ser
visible. Somos más, no podemos dejar que un puñado de vecinos sin conciencia
haga y deshaga, en nuestra cara. Y con los recursos que nos pertenece a todos. No
olvidemos que en TUMBES, han ocurrido muchos desordenes y de los cuales tenemos
que hacer memoria. A lo largo de nuestra vida republicana, se ha negado a los
tumbesinos el derecho a vivir mejor. Pues siempre se ha respondido a directivas
venidas de lejos, cuya ejecución es imposible de realizar. Y en complicidad con
algunos políticos acriollados, que no tuvieron la sagacidad de seguir la huella
honda y real, de la verdad, el trabajo y la disciplina. Y dejaron que otros
piensen por ellos. No es casualidad lo que nuestra tierra ocurre, no.
Ha
habido y ojala se termine, innumerables, incontables, casos de representantes
tumbesinos, sin ser del lugar y jamás
conocieron Tumbes. Y si no lo conocían como iban a defenderlo. Pero junto a
ellos ha habido, mudos, sordos e idolatras del silencio moribundo del que jamás
las cosas deben ser hechas para el bien de todos. No, debemos permitir que nos
vuelva a ocurrir.
Entonces
la realidad frente a nuestros ojos, es, o tomamos la decisión de seguir y
realizar propuestas serias, viables, la realización de proyectos alcanzables y
realistas.
Por
lo tanto no debemos dejar al azar, la responsabilidad que todos debemos tomar.
Y por lo tanto, pensemos igual, como lo sostiene Coelho: “Cuando todos los días resulten iguales, es porque
el hombre ha dejado de percibir las cosas buenas que surgen en su vida cada vez
que el sol cruza el cielo".