viernes, 24 de octubre de 2014

Comprando votos sin vender Conciencias…



Federico León Jiménez.
Con los resultados obtenidos en el proceso del 5 de Octubre, es necesario buscar, concertar, dialogar y proponer; no al conglomerado, sino al ELECTOR, esto es, al ciudadano común y corriente. Aquel  que se encuentra ubicado entre uno del grupo de 25% de tumbesinos que no asistió a las urnas, el 13.10 % que han votado en blanco, y, el 5.61% que anulo su voto porque que no cree en nadie. Y mírenlo bien por entero, la cifra es bastante significativa.  Su ideal está más lejano cada día, porque sueña; un mundo de paz, armonía, orden y disciplina. Y ninguno de los candidatos refleja en su ideario intenciones positivas y realistas. Pues todos prometen lo que jamás podrá hacer. Y se tiene la idea que: “JAMÁS ESPERES MUCHO DE LOS QUE PROMETEN DEMASIADO, ES MEJOR ESTAR SORPRENDIDO QUE DECEPCIONADO”
Es importante poner la atención necesaria y que nuestra actitud, sea vigilante; y, jamás  complaciente. Porque si hoy permitimos y dejamos hacer “laissez faire, laissez passer”. Esto es,  “Dejar hacer dejar pasar”.  Y quien lo deja pasar, no tiene el derecho de reclamar, cuando las cosas marchen mal. Pues el mundo de hoy necesita hombres y mujeres valientes y que enfrenten el reto de ser cada día mejor.  Los momentos actuales exigen un compromiso moral de aquellos que siempre han creído,  que el trabajo sucio y maloliente y duro de enfrentar, lo malo, debe hacerlo otro. Y no cada uno cuando nos corresponda. Si pues, hemos querido acostumbrarnos, o, mejor dicho estamos acostumbrados, que sea otro el que reclame, grite, vocifere y rete; al desorden, indisciplina, inmoralidad, corrupción y mentiras, para llamarlo reclamón y resentido. Mientras el resto sigue la huella y de tanto sonar, le suenan los carretes del alma, pero es muy tarde, se acostumbró.
Se trata que ese gran porcentaje, sea líder, reflexione, se preocupe en buscar un espacio armonioso como factor fundamental para contribuir una sociedad justa y solidaria para todos. No solo para aquellos que se subieron al carro electoral, tampoco para aquellos que compraron votos o aquellos que vendieron su conciencia, no.
Es fundamental el cumplimento de compromisos y no más obras abandonadas, inconclusas, malhechas y ampliaciones inútiles. El trabajo político debe ser visible. Somos más, no podemos dejar que un puñado de vecinos sin conciencia haga y deshaga, en nuestra cara. Y con los recursos que nos pertenece a todos. No olvidemos que en TUMBES, han ocurrido muchos desordenes y de los cuales tenemos que hacer memoria. A lo largo de nuestra vida republicana, se ha negado a los tumbesinos el derecho a vivir mejor. Pues siempre se ha respondido a directivas venidas de lejos, cuya ejecución es imposible de realizar. Y en complicidad con algunos políticos acriollados, que no tuvieron la sagacidad de seguir la huella honda y real, de la verdad, el trabajo y la disciplina. Y dejaron que otros piensen por ellos. No es casualidad lo que nuestra tierra ocurre, no.
Ha habido y ojala se termine, innumerables, incontables, casos de representantes tumbesinos, sin ser del lugar y  jamás conocieron Tumbes. Y si no lo conocían como iban a defenderlo. Pero junto a ellos ha habido, mudos, sordos e idolatras del silencio moribundo del que jamás las cosas deben ser hechas para el bien de todos. No, debemos permitir que nos vuelva a ocurrir.  
Entonces la realidad frente a nuestros ojos, es, o tomamos la decisión de seguir y realizar propuestas serias, viables, la realización de proyectos alcanzables y realistas.
Por lo tanto no debemos dejar al azar, la responsabilidad que todos debemos tomar. Y por lo tanto, pensemos igual, como lo sostiene Coelho: “Cuando todos los días resulten iguales, es porque el hombre ha dejado de percibir las cosas buenas que surgen en su vida cada vez que el sol cruza el cielo".

TUMBES: dignidad política



Federico León Jiménez.
Maquiavelo, pensador Italiano sostenía: "Los hombres son tan simples y unidos a la necesidad, que siempre el que quiera engañar encontrará a quien le permita ser engañado".
Esto a propósito del acto lectoral y no electorero, del domingo 5 de octubre y qué duda cabe, que en el reciente proceso electoral, más de un candidato tenía la certeza de no sacar más votos que el número de familiares que tiene. Pero aun así su persistencia lo hizo seguir en medio del camino como piedra dentro de un zapato. Y hasta algunos consideran histórico y revolucionario y lo podríamos llamar persistencia, pero no, es testarudez e insania. Pues con esa actitud envalentonada, lo único que se ha conseguido, es entorpecer la claridad de un proceso, que a todas luces debió ser reflexivo, práctico e inteligente. Pues jugábamos el partido de nuestra vida. Era buscar y elegir al más capaz, inteligente y sobretodo noble. Pero con tanto candidato, no pudimos, fuimos enajenados y alejados de la verdad. No pudimos sostener en alto las banderas de dignidad, inteligencia y la búsqueda de mejor destino para nuestros pueblos. Terminamos como siempre postergando nuestro desarrollo. Hay quien podría sostener que cada ser humano tiene el derecho de reivindicar su existencia, sí, pero recordemos que: “Es muy difícil tener una segunda oportunidad para demostrar que somos dignos”.
Entonces nuestro futuro y la de nuestra sociedad penden de un hilo, iremos a una segunda vuelta. Y tendremos que elegir entre propuestas marcadas de ilusiones y no de realidades. No es lo mismo tumbes provincia que tumbes región. No es lo mismo. Y sabemos que nuestra sociedad no está condenada. Pues hay hombres y mujeres probos, dignos. Que luchan y darían su vida por no tener corrupción, soborno, delincuencia y que además son ejemplo de honradez, dignidad y trabajo. Que cada día hacen de su vida y trabajo muestras claras de servicio. Y lo hacen convencidos que es la única manera de sembrar en nuestros ciudadanos la semilla de grandeza y dignidad.
No esperemos que la tortilla se vuelva, que la ley respete la dignidad de todos y proteja a quien deba ser protegido y se sancione la impunidad. Que la honradez no sea compasiva y se convierta en auto compasiva. Sino sea una bandera de lucha, ideal de todo un pueblo que clama. Porque la historia no se repita y sea como siempre ha sido. Vendrán los culpables y se habían ido llevándose el dinero del pueblo.  Y  se irán, los que han estado los que han ahogado la historia en un caldo de gallina y vendieron su conciencia ´por un plato de lentejas mal habido.
No debemos permitir que eso ocurra y vivir de favores, sobornos, influencias negativas asuntos mediocres y de media tinta. No permitamos que la impunidad transite donde solamente  debe hacerlo la dignidad. El camino de grandeza, dignidad y honradez, lo caminaremos todos aquellos que hemos nacido en esta tierra llamada Tumbes, por lo tanto ¡Que viva el corrupto pero en su mundo!.
Tumbes no es una chacra, no señores,  es el único hito viviente de historia tierra inmaculada de toda nuestra patria llamada Perú. Y hagámosla grande y fuerte, pues hoy esta tambaleante y cayéndose de la vergüenza que han sembrado algunos, que no tuvieron ni valor ni principios y creen que el pueblo puede ser engañado nuevamente.